Velos en el paisaje del
conocimiento: el trato desigual en el reconocimiento, acceso y comunicación del
conocimiento como manifestaciones de la injusticia epistémica
Veils
in the landscape of knowledge: unequal treatment in the recognition, access,
and communication of knowledge as manifestations of epistemic injustice
Báez-Vizcaíno, Katherine
Universidad
Acción Pro Educación y Cultura (UNAPEC), República Dominicana
Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (Isfodosu)
zivbaez@gmail.com
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4242-6849
Recibido: 2023/04/22 - Publicado: 2023/11/20
CÓMO CITAR:
Báez-Vizcaíno, K.(2023). Velos en el paisaje del
conocimiento: el trato desigual en el reconocimiento, acceso y comunicación del
conocimiento como manifestaciones de la injusticia epistémica. La Barca de Teseo, 1(1), 35-46. https://doi.org/10.61780/bdet.v1i1.3
RESUMEN
El presente
estudio adopta un enfoque cualitativo con diseño exploratorio-descriptivo para
abordar el concepto de injusticia epistémica en sus diversas dimensiones. A
través de una revisión crítica de literatura, se exploran sus elementos distintivos, la injusticia testimonial y la injusticia epistémica como
categorías clásicas, se despliegan algunas de sus manifestaciones para señalar
el fenómeno en situaciones concretas y se aborda la variedad de enfoques y
tipologías que han sido desarrolladas en la última década.
PALABRAS
CLAVE
Conocimiento,
injusticia epistémica, injusticia testimonial, injusticia hermenéutica, Miranda
Fricker, injusticia participante.
ABSTRACT
This study adopts a
qualitative approach with an exploratory-descriptive design to address the
concept of epistemic injustice in its various dimensions. Through a critical
review of the literature, the distinctive elements of testimonial injustice and
epistemic injustice as classic categories are explored, some of their
manifestations are displayed to point out the phenomenon in specific situations
and the variety of approaches and typologies that have been used are addressed.
developed in the last decade.
KEYWORDS
Knowledge, epistemic injustice,
testimonial injustice, hermeneutic injustice, Miranda Fricker, participatory
injustice.
1.
INTRODUCCIÓN
En el vasto panorama del
conocimiento humano y sus intersecciones con la vida cotidiana, el ser humano,
en su búsqueda incesante de justicia en todas sus manifestaciones, ha
identificado una forma de injusticia que atañe a la dimensión epistémica de los
individuos. Esta es la dimensión del conocimiento que se reputa como válido y
que Miranda Fricker acuña con el nombre de injusticia epistémica.
La injusticia epistémica
emerge como un fenómeno sutil, pero penetrante
que exige nuestra atención. Esta noción desenmascara un aspecto de la
desigualdad que se oculta bajo la superficie de nuestras transacciones
epistémicas y revela una de las formas en que las relaciones de poder socavan
la agencia del sujeto, en tanto conocedor y
generador de conocimiento. La injusticia epistémica, en su esencia, trasciende
las formas más tangibles de desigualdad, erosionando la confianza en el
testimonio, difuminando la interpretación justa de las experiencias y limitando
la participación equitativa en el desarrollo de los recursos epistémicos
colectivos.
En las páginas que siguen, se
aborda el concepto de injusticia epistémica,
tal como lo concibió Miranda Fricker, así como sus dos tipologías clásicas: la
injusticia testimonial, en que las voces de
grupos oprimidos se enfrentan a una desvalorización injusta; y la injusticia
hermenéutica, en la que la interpretación de
la experiencia del otro se ve obstaculizada por la ausencia de recursos
epistémicos colectivos para su comprensión. Para cada una, se definen sus
características distintivas y se analiza cómo estas ideas se encarnan en
situaciones concretas de injusticia epistémica en diversos contextos.
Finalmente, se explora el
concepto actualizado de injusticia epistémica y los nuevos enfoques y
tipologías que han surgido. Se examina cómo estas perspectivas amplían la
comprensión del fenómeno y abren nuevas posibilidades de análisis.
2.
ASPECTOS
METODOLÓGICOS
En este trabajo se adopta un
enfoque cualitativo con diseño exploratorio-descriptivo para el abordaje del
concepto de injusticia epistémica y sus diferentes dimensiones. Fueron
consultadas las bases de datos Web of Science y Scopus para identificar los artículos
científicos que hacen referencia a la construcción y ampliación del concepto de
injusticia epistémica. Asimismo, fue incluido en el análisis el libro Epistemic Injustice de Miranda Fricker,
por constituir la obra fundamental en este campo de estudio.
A partir de una revisión
crítica de la literatura seleccionada, fueron identificados los elementos
distintivos del concepto de injusticia
epistémica, sus diferentes tipologías clásicas y recientes, así como la
variedad de enfoques para identificar la diversidad de sus manifestaciones.
3.
CONCEPCIÓN
CLÁSICA DE INJUSTICIA EPISTÉMICA
La injusticia epistémica se
corresponde con un tipo de injusticia particular, que debe ser entendida más
allá de la distribución de recursos materiales. Se enmarca en el constructo de
justicia social y puede ser entendida desde las dimensiones de distribución,
reconocimiento y participación.
Miranda Fricker, quien propone
el concepto, parte de la ética y la epistemología, para reflexionar sobre cómo las relaciones de poder pueden
incidir en los intercambios epistémicos y propiciar la ocurrencia de
injusticias tanto de reconocimiento de los sujetos como agentes epistémicos,
como de comprensión. Así, define la injusticia epistémica como el agravio que
sufre un sujeto en calidad de conocedor o agente epistémico en función de su
identidad social (Fricker, 2007). Es decir, este concepto señala las
desigualdades y exclusiones que puede sufrir un individuo en tanto generador de
conocimiento, que necesita expresarse con recursos epistémicos presentes en la
comunidad y cuya credibilidad es necesaria para desarrollar todas sus funciones
individuales en sociedad.
En esta concepción se pueden
identificar las dimensiones de reconocimiento de los sujetos, como requisito
para que gocen de un trato igualitario tanto en las transacciones epistémicas
como en la construcción de los recursos epistémicos
colectivos. En su concepción reciente y ampliada de injusticia epistémica, se
identifica la dimensión distributiva como la posibilidad de acceder a los
recursos epistémicos disponibles. Abordaremos la concepción actualizada de este
concepto en la sección Repensando la
Injusticia Epistémica.
En su trabajo, Fricker señala
cómo las desigualdades en la atribución de credibilidad y la valoración de las
competencias epistémicas generan un terreno fértil para la discriminación. Así,
diferencia dos formas de manifestación de este fenómeno: la injusticia
testimonial y la injusticia hermenéutica (2007). Estos dos constructos se han
constituido en referentes para el desarrollo de conceptos, enfoques y
tipologías útiles para comprender la variedad de formas que puede tomar la
injusticia epistémica en los diferentes escenarios sociales. Fricker (2007,
2017) también distinguió la injusticia anticipatoria como un tipo distintivo de
injusticia testimonial que, aunque ha recibido menor atención en la literatura
científica, ha sido retomado y desarrollado por otros autores relevantes en el
campo tales como Christopher Hookway (2010), Ji-Young Lee (2021). Sobre este
particular, dirigiremos nuestra atención en las secciones subsiguientes.
4.
SOBRE
LA VALORACIÓN DEL TESTIMONIO
La injusticia testimonial
consiste en el déficit de credibilidad asignado a un hablante debido a un
prejuicio identitario por parte del oyente, es decir, cuando los prejuicios
identitarios en un oyente provocan que este le otorgue un grado de credibilidad
disminuido a las palabras del hablante, nos encontramos frente a una
manifestación de la injusticia testimonial.
Esta injusticia es tal debido
a que, en primer lugar, subyace un trato desigual en la aceptación del
testimonio únicamente en función de la identidad social del hablante, de modo
que la credibilidad de un individuo es socavada de manera indebida debido a su
pertenencia a una categoría social, generalmente marginada, minoritaria o
subordinada. Esta afirmación presupone que, cuando el mismo testimonio es
enarbolado por otros hablantes con una identidad social distinta, el oyente le
otorgará un grado superior de credibilidad en relación con el primero. Como
consecuencia del grado de credibilidad disminuido, el hablante es agraviado en
su calidad de portador de conocimiento e informante, pues su contribución epistémica resulta reducida o ignorada.
Para ilustrar cómo opera en la
vida cotidiana, presento el siguiente escenario. En la República Dominicana, un
país latinoamericano, en el centro de la ciudad,
en los horarios más concurridos, suelen generarse atascos de tránsito. En estas
zonas suelen localizarse agentes de tránsito tanto para movilizar el tránsito
como para sancionar a las personas que cometen infracciones. En este escenario,
cuando el semáforo cambia a verde, los vehículos se movilizan para atravesar
una de esas intersecciones. En el proceso, se produce un atasco que ralentiza
el avance de los vehículos y provoca que varios crucen luego de que el semáforo
ha cambiado a rojo. Un agente de tránsito, ubicado un poco más adelante de la
intersección, no advierte cuando se produce el atasco, pero sí identifica
varios vehículos que atraviesan la intersección luego del cambio del semáforo a
rojo. En su rol de agente de tránsito, detiene uno de los vehículos para
informarle al ciudadano que le corresponde una multa. Al bajar la ventanilla,
el agente de tránsito advierte que se trata de un hombre, que explica que
empezó a cruzar en el cambio a verde y que, por un atasco que se generó en ese
proceso, el semáforo cambió a rojo cuando ya estaba en medio del cruce. El
agente de tránsito deja ir al ciudadano sin multarlo.
Ahora, analicemos el mismo
caso, pero en lugar de un hombre, el agente de tránsito advierte que el
conductor es una mujer, quien ofrece el mismo testimonio que el conductor
anterior. El agente de tránsito descarta el testimonio de la ciudadana y le
aplica la multa.
En este ejemplo, el agente de
tránsito disminuye la credibilidad del testimonio de la mujer únicamente por
ser mujer, debido a prejuicios negativos sobre la mala conducción de las
mujeres en el país en referencia.
Vale la pena señalar que este
tipo de manifestaciones ocurren de forma inconsciente para el perpetrador, es
decir, el oyente –en el ejemplo, el agente de tránsito– no es consciente de sus
prejuicios negativos, por lo que no es capaz
de advertir el trato desigual que hace al testimonio de la conductora en
función de su identidad social. Más aún, está convencido de que, si se produjo
un atasco, como explicó la conductora, en
alguna medida ella fue responsable por manejar de forma inapropiada.
Partiendo de los enfoques
propuestos por José Medina (2017) para reconocer la injusticia epistémica, se
puede identificar otro aspecto relevante en este tipo de manifestaciones: los
diferentes grados en que se puede presentar la disminución de credibilidad. En
el caso presentado, probablemente, la credibilidad de la ciudadana pueda ser restablecido si el agente de tránsito revisa las grabaciones del
suceso. Es decir, cuando la disminución de credibilidad resulta disminuida en
un momento y puede ser restablecida a la luz
de evidencias objetivas, este puede ser considerado como un caso mínimo de
injusticia testimonial. Como caso máximo, se pueden considerar aquellas
situaciones en las que los prejuicios identitarios en el oyente son tan
elevados que, a pesar de las evidencias objetivas a las que corroboren el
testimonio del sujeto, el oyente no será capaz de restablecer la credibilidad sobre el hablante. Para ilustrar esta
situación, podemos dirigir nuestra atención al caso central de injusticia
testimonial presentado por Fricker, extraído de la novela Matar a un ruiseñor de Harper Lee. En este fragmento se presenta
cómo un negro es hallado culpable, por un juzgado constituido por hombres blancos, por un crimen de violación a una
mujer blanca, a pesar de que todas las
evidencias contundentes que apuntaban a su inocencia.
Del mismo modo que la
injusticia testimonial se puede analizar a partir de los grados en que se
disminuye el testimonio de un sujeto, también se puede abordar a partir de la
frecuencia con que un sujeto se enfrenta a este tipo de injusticia en los
diversos escenarios sociales. En esta línea, cuando un sujeto es agraviado como
agente epistémico en un escenario social, de forma fortuita, se puede
considerar como injusticia testimonial incidental. Por su parte, cuando un
individuo es víctima de la injusticia testimonial y otras injusticias sociales
en múltiples escenarios de interacción social debido a un estereotipo negativo
sobre el grupo social al que está vinculado,
se trata de injusticia testimonial sistemática (Cfr. Fricker, 2007, p.63-70).
Volviendo a la ilustración del agente de tránsito, si pensamos en la conductora
como mujer negra, pobre y sin instrucción, muy probablemente se enfrente a más
escenarios de injusticia testimonial que si se tratase de una mujer blanca,
adinerada e instruida.
Como se puede apreciar a
partir de los ejemplos provistos, la injusticia testimonial se manifiesta
cuando el testimonio de una persona es desvalorizado. La base de esta
disminución de credibilidad reside en prejuicios y estereotipos arraigados en
el oyente que nublan su juicio sobre la credibilidad de ciertos individuos
debido a su identidad social.
5.
SOBRE
LA COMPRENSIÓN DE LAS EXPERIENCIAS
La injusticia hermenéutica, la
segunda manifestación fundamental de la injusticia epistémica, se enmarca en la
interpretación inadecuada de las experiencias de los grupos subordinados y
revela cómo los sesgos culturales pueden distorsionar la interpretación de los
relatos de ciertos grupos.
Siguiendo el planteamiento de
Fricker, la injusticia hermenéutica ocurre cuando una brecha en los recursos
epistémicos colectivos sitúa a alguien en una desventaja injusta en lo relativo
a la comprensión de sus experiencias sociales. Esta brecha resulta en un
estadio previo debido a la participación desigual de los grupos sociales en la
construcción de los recursos hermenéuticos colectivos –referirse a la
marginación hermenéutica (Fricker, 2007; May, 2014)–. Como resultado, un sujeto
es incapaz de comprender adecuadamente su propia experiencia y transmitirla a
otros de forma inteligible desde el punto de vista comunicativo.
Al igual que en la injusticia
testimonial, la injusticia hermenéutica es, en principio, inconsciente en el
oyente y, por lo general, también en el hablante. Es decir, se trata de una
carencia en los recursos comunicativos e interpretativos que afecta al hablante
al limitar su posibilidad de expresar una experiencia y, también, afecta al
oyente, ya que este último carece de los
recursos interpretativos para comprender la experiencia que el hablante le
quiere comunicar. De este modo, no puede ser asignada una responsabilidad
directa sobre un sujeto, sino que se le asigna a un grupo social debido a su
posición dominante en un estadio previo en la construcción de recursos
epistémicos. De esta manera, a posteriori, se generan brechas en los recursos
epistémicos necesarios para comprender la diversidad de situaciones personales
y sociales que experimenta un grupo específico. Por ejemplo, una pobre
participación de mujeres como grupo oprimido en la construcción de recursos
epistémicos, limitó el desarrollo de conceptos que posibilitaran comprender
algunas situaciones que estas experimentan, como el acoso sexual o la violencia
obstétrica.
Para ilustrar la forma en que
puede ocurrir la injusticia hermenéutica,
presento el siguiente relato:
Trasladémonos a una de las
múltiples zonas geográficas donde se localizan poblados marginados, donde los
servicios básicos no están asegurados, las normativas y controles estatales se
retrasan en su difusión y aplicación y las personas desarrollan la mayoría de
sus actividades sociales orientadas por
relatos y creencias heredadas de sus ancestros, que retratan el comportamiento
del centro de las ciudades en décadas anteriores. En este contexto, es fácil
dilucidar la dificultad de estos poblados para la apropiación de nuevos
conceptos, sean estos científicos o de cualquier índole.
Ahora, pensemos en un poblado
con estas características en las que, unido a su nivel de desarrollo, se
mantiene la creencia de que dar a luz a un hijo constituye una “bendición”: cada
hijo debe ser apreciado desde el momento de la
concepción y se deben aceptar con alegría sin importar las circunstancias en
que se geste el feto o las implicaciones de su
nacimiento. En esta comunidad, cuando una mujer, luego del parto, se siente
triste, desconcertada y sin deseos de continuar, con sentimientos negativos con
relación al recién nacido mismo y todo lo que tenga que ver con él –síntomas de
la depresión posparto–, es fácil entender que, primero, ella misma no sea capaz
de aceptar que esos sentimientos están relacionados con el nacimiento y, segundo, que trate de ocultar esos
sentimientos para evitar el juicio de los demás. Y este comportamiento puede entenderse a
partir del desconocimiento por parte de la comunidad y de la mujer en cuestión
de la existencia, bien documentada y estudiada, del fenómeno que está experimentando:
depresión postparto.
Evidentemente, no
necesariamente todas las mujeres que se hallen en esta situación habrán de
guardar silencio. Algunas podrían tratar de comunicar su situación, a pesar de
la dificultad que supondría articular su experiencia de forma proposicional y,
además, de lograr comunicar y ser comprendida por el otro. Recordemos que el
concepto en referencia no existe para esa comunidad, por lo que el oyente no
dispondría de los recursos hermenéuticos para comprender lo que se le quiere
explicar, de modo que se daría lugar a interpretaciones distorsionadas sobre la
experiencia del hablante o, incluso, a su rechazo definitivo.
De ese modo, la ausencia del
concepto de depresión postparto en esta comunidad afecta tanto al sujeto que
vive la experiencia –por la dificultad para comunicarla adecuadamente– como al
oyente que no será capaz de decodificarla, es decir, la mujer de este caso, que
presenta síntomas de depresión postparto, no será capaz ni de comprender esta
dimensión de su vida, ni de explicarle a otros lo que está experimentando.
En el relato presentado,
existe la posibilidad de que la mujer halle a un sujeto dispuesto a hacer un
esfuerzo epistémico para comprender su situación, a pesar de las limitaciones
señaladas sobre la ausencia de recursos hermenéuticos en la comunidad. Este
esfuerzo, en el mejor escenario, culminaría en la comprensión del oyente de la
experiencia del hablante. Y en este caso, el oyente estaría poniendo en
práctica la virtud de la justicia hermenéutica –descrita por Fricker como la
virtud del oyente de reconocer que un hablante lucha contra una dificultad
objetiva que hace ininteligible lo que trata de comunicar (Fricker, 2007)–.
Al seguir esta línea
argumentativa, podemos dibujar un curso de acción optimista en el que, a partir
de la reproducción de estas interacciones vinculadas a la misma experiencia de
depresión postparto, eventualmente se nombrará la experiencia, se visibilizará
para toda la comunidad y se continuará hacia la construcción de su significado
colectivo.
Como podemos apreciar, la
injusticia hermenéutica se centra en la interpretación y comprensión de las
experiencias y señala la dificultad de que ciertas voces en ciertos contextos
sean interpretadas y comprendidas adecuadamente. En el relato presentado, como
consecuencia de una marginación hermenéutica de las mujeres en un estado previo
en la construcción de significados, resultó la ausencia del concepto de
depresión postparto. Así, a posteriori, las mujeres en la comunidad señalada
sufren la injusticia hermenéutica al no ser capaces de comunicar ciertas
experiencias vinculadas a la maternidad.
Al considerar que el origen de
la injusticia hermenéutica se sitúa en la participación desigual en la
estructura social para la construcción de significados, se puede considerar
como una injusticia estructural.
6.
REPENSANDO
LA INJUSTICIA EPISTÉMICA
El concepto de injusticia epistémica, tal como lo presentó
Miranda Fricker en sus obras pioneras en el 2007, no se ha mantenido estático en el tiempo. El trabajo sobre esto y otros
conceptos iniciales, así como su uso en diversas áreas del saber, han posibilitado su crítica y ampliación.
Una de las aristas hacia las
cuales el concepto ha evolucionado consiste en la inclusión de aspectos
relativos al acceso de recursos epistémicos. Asimismo, se incluye una
perspectiva pluralista del concepto de agencia epistémica de los sujetos, como
concepto clave para entender la injusticia
epistémica. En este sentido, el concepto de agencia epistémica pasa de un
enfoque limitado a los intercambios proposicionales para dar paso a la
aceptación de otros tipos de interacción y expresión del conocimiento.
La injusticia epistémica se
puede definir, entonces, como las desigualdades y/o exclusiones referentes a la
distribución, producción y reproducción social del conocimiento entre
individuos, grupos y sociedades. Se puede argumentar que, en este respecto, existe
cierto acuerdo en la literatura sobre injusticia epistémica que queda reflejado
en el uso que se hace de este concepto en la literatura reciente.
Otra de las consecuencias
derivadas del trabajo de la comunidad
científica sobre el constructo de injusticia epistémica ha sido la variedad de
enfoques y tipologías que se han propuesto con la finalidad de señalar la
diversidad de manifestaciones que puede tomar el fenómeno, así como para
ampliar nuestra comprensión al respecto.
Como trabajo relevante, se
puede señalar el artículo Varieties of
Epistemic Injustice en el que Gaile Pohlhaus (2017) propone cuatro enfoques
para reconocer la injusticia epistémica en sus diversas manifestaciones:
contrato social e ignorancia coordinada, interdependencia de las relaciones
epistémicas, grados de cambio y sistemas epistémicos, trabajo epistémico y
producción de conocimiento.
En el primer enfoque, contrato
social e ignorancia coordinada, Pohlhaus presenta a las injusticias como entrelazadas con las relaciones de poder, dominación
y opresión, en la que las instituciones y prácticas epistémicas pueden dañar a
los conocedores de manera sistemática. Asimismo, argumenta que los conocedores
están intersubjetivamente constituidos, por lo
que pueden surgir bloqueos que mantengan a los agentes aislados sin
justificación (interdependencia en las relaciones epistémicas). Señala, además,
que la estructura de los sistemas epistémicos puede propiciar la ocurrencia de injusticia epistémica en diferentes grados (grados de cambio y
sistemas epistémicos). Finalmente, se detiene a analizar el trabajo epistémico
de los individuos y grupos, cuando el mismo no es reconocido o se invalida,
cuando se extrae por la fuerza o cuando su desarrollo se frustra injustamente
(trabajo epistémico y producción de conocimiento).
Asimismo, José Medina (2017)
propone cuatro enfoques para reconocer la injusticia hermenéutica, a saber, el
origen de la injusticia (cuando puede ser asociada a la falta de comprensión o
a la forma en que se expresa la experiencia); la dinámica en que aflora (que
puede ser interpersonal o institucional); según la amplitud del tejido social
(existencia o no de recursos expresivos adecuados); y de acuerdo a la
profundidad del daño hermenéutico que provoca (casos superficiales o casos que
provocan daños profundos en el sujeto).
Por su parte, Jeremy Wanderer
(2017) aborda el testimonio como práctica social gobernada por normas
significativas para las personas e identifica las siguientes tipologías de
injusticia testimonial: la injusticia testimonial transaccional como aquella que
se manifiesta cuando ocurre una ruptura del orden establecido entre las partes
de una transacción testimonial. Emplea el término de injusticia testimonial
estructural para referir a la generación de desigualdades, propiciadas por las
estructuras sociales, en lo que respecta a las oportunidades para ejercer una
agencia epistémica completa. Finalmente, señala las experiencias de rechazo
inmediato o humillante que emerge al enfocarnos en las relaciones de confianza
densa entre conocidos dentro de la práctica del testimonio y la nombra traición
testimonial.
Del mismo modo que se han
propuesto los enfoques y tipologías anteriores, se han delimitado otros tipos
de injusticia epistémica tales como:
Injusticia testimonial
anticipatoria o participante, trabajada por Miranda Fricker (2007, 2017),
Christopher Hookway (2010) y Ji-Young Lee (2021), quienes señalan que esta se
produce cuando el prejuicio del oyente hace su trabajo antes de que haya un potencial
intercambio de información. Es decir, ocurre cuando un sujeto es discriminado
en función de su imposibilidad de participar en un intercambio epistémico o de
proporcionar información relevante. No ser preguntado es una de las formas en
las que los grupos sociales y los individuos podrían ser privados de la
oportunidad de aportar sus puntos de vista al fondo común de interpretación
colectiva.
Kristie Dotson (2012), por su parte,
propone la injusticia contributiva como un tipo de injusticia producida cuando
la ignorancia hermenéutica deliberada de un agente epistémico, al mantener y
utilizar recursos hermenéuticos estructuralmente prejuiciados, frustra la
capacidad de un conocedor de contribuir a los recursos epistémicos compartidos
dentro de una comunidad epistémica.
Asimismo, se ha analizado
la existencia de sesgos en la metodología filosófica
y supuestos empleados al momento de teorizar sobre la injusticia epistémica. En
esta labor, Amandine Catalá identifica señala la concepción limitada del
concepto de agencia epistémica inicial, la cual se centraba en la agencia
epistémica como propositiva, excluyendo otros tipos de conocimiento como el
tácito y el afectivo. A este tipo de injusticia la denomina injusticia
meta-epistémica (2020).
Como se ha mostrado, la
injusticia epistémica puede adoptar múltiples formas y puede ser analizada
desde diversos enfoques para reconocer sus manifestaciones y efectos en la
diversidad de escenarios sociales.
La variedad de concepción de
estas injusticias arroja luz sobre la forma en que el poder y la
marginalización se entrelazan en la construcción y distribución del
conocimiento y la importancia de visibilizar esas prácticas discriminatorias.
La injusticia epistémica trasciende las narrativas simplistas de credibilidad y
acceso al conocimiento y abre una ventana a las dimensiones más profundas de la
injusticia presente en los intercambios epistémicos individuales y la
estructura misma de la sociedad.
7.
CONCLUSIONES
La injusticia epistémica se
presenta como consecuencia de la distribución injusta de poder epistémico que
se manifiesta, con una amplia variedad de matices, como desigualdad en la
credibilidad y reconocimiento de competencias epistémicas de los sujetos. Explorar
este concepto propicia el examen de las dinámicas que perpetúan la desigualdad epistémica, devela el desafío de hacer frente a la forma en que las
asimetrías de credibilidad y el acceso al saber benefician a unos y perjudican
a otros, y resaltan la pérdida potencial de recursos epistémicos colectivos.
Reconocer nuestra
responsabilidad individual y colectiva en la construcción de un mundo cada vez
más justo, emerge como fundamental para cuestionar nuestras propias actitudes y
prejuicios, así como para reconfigurar las instituciones y sistemas que mantienen
estas desigualdades, promover el reconocimiento y valoración de las diversas
perspectivas y formas de conocimiento, y criticar el propio juicio para
propiciar intercambios justos en lo que respecta a la construcción, valoración
y acceso al conocimiento.
8.
REFERENCIAS
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